jueves, 15 de enero de 2009

Alumnos y expertos se quejan de la escasa formación en nuevas tecnologías

Futuros maestros: ¿analógicos o digitales?

EL PAÍS: ELENA SEVILLANO - Madrid - 01/12/2008
http://www.elpais.com/articulo/educacion/Futuros/maestros/analogicos/digitales/elpepusocedu/20081201elpepiedu_1/Tes

Constantemente se habla del poder de las nuevas tecnologías y de la necesidad de aplicarlas a la educación. Hace un año, un informe oficial decía que la tecnología estaba llegando a las aulas, pero que, en general, no se está usando. La principal razón que se aducía era la falta de formación de los profesores en el uso de éstas, ya no tan nuevas, herramientas. Pero el informe hablaba de los profesores que ya están ejerciendo, ¿qué pasa con los futuros docentes? ¿Se está arreglando esta disfunción en las universidades? Parece que no.
La formación específica en Tecnología de la Información y la Comunicación (TIC) que recibe un diplomado en Magisterio se reduce a una materia troncal cuatrimestral que se llama Nuevas Tecnologías aplicadas a la educación y se da en toda España, en 1º, 2º o 3º, dependiendo de la facultad; representa unas 45 horas lectivas, unos 4,5 créditos de los más de 200 de la titulación. Insuficiente según los decanos, expertos y alumnos consultados. "Las nuevas tecnologías son una anécdota en los actuales planes de estudio; tenemos una asignatura que araña la superficie mientras que el resto se imparte de manera bastante tradicional", opina Jordi Adell, docente y director del Centro de Educación y Nuevas Tecnologías de la Universidad Jaume I de Castellón.


"Dentro de las nuevas tecnologías aplicadas a la educación enseñamos conceptos teóricos y didáctica de las TIC: procesamiento de imagen y texto, presentaciones por ordenador, el programa Click, bases de datos, Internet y web 2.0. Harían falta más créditos para una alfabetización digital", incide Javier Sarsa, profesor de la materia y vicedecano de nuevas titulaciones de la Facultad de Educación de la Universidad de Zaragoza. Más aún cuando de lo que se trata es de "enseñar a futuros maestros de chicos que manejan las tecnologías mejor que nosotros", tercia Isidro Moreno, docente TIC de Magisterio de la Universidad Complutense de Madrid. "No está previsto que ganen peso con Bolonia; una lástima, porque son una potentísima herramienta pedagógica".

El caso es que la administración educativa reconoce y da importancia a las TIC. "En el currículo de primaria y de ESO se establecen ocho competencias básicas, y una de ellas es el tratamiento de la información y competencia digital", señala Adell. Pero ese aspecto "se desintegra" en la formación de los maestros que habrán de dotar de esas competencias. "Es esquizofrénico", dice. ¿Y en el futuro? "Con suerte, nos quedaremos como ahora", añade.

El curso que viene, Magisterio se convertirá en un grado de cuatro años en un buen número de facultades. Los decretos ministeriales que regulan los nuevos títulos apuntan como objetivo la formación en nuevas tecnologías, pero en su desarrollo el capítulo desaparece, y tampoco hay instrucciones específicas al respecto, lo que deja la mayor o menor apuesta por las TIC a discreción de cada universidad.

"Al final va a depender de la correlación de fuerzas en cada facultad: donde sus defensores sean fuertes, tendrán más peso; donde no, perderán", augura Manuel Area, docente de tecnología educativa en la Universidad de La Laguna, donde las TIC rebajarán peso si se aprueba la actual propuesta. Mientras, la de Barcelona tendrá una mención en tecnología: una especialización o itinerario que podrán seguir aquellos alumnos interesados en este campo, según informa Ángeles Ruiz, vicedecana de Estudiantes de su Facultad de Formación del Profesorado. No ha sido posible conocer los planes de la Facultad de Ciencias de la Educación de la Universidad de Sevilla; su decano declinó el ofrecimiento de participar en este reportaje argumentando tener mucho trabajo. Area preside la Red Universitaria de Tecnología Educativa (RUTE), que destaca la importancia de esta formación para afrontar los retos de la escuela del futuro (tal y como apunta la Unesco) y pide la incorporación de, al menos, una asignatura obligatoria y común en todas las titulaciones denominada Tecnologías de la Información y Comunicación en la Educación.
Como ocurre con frecuencia en las Facultades de Educación con los planes de estudios de sus titulaciones, las asignaturas de carácter más práctico, las que te ofrecen algo de formación que podrás aplicar en el ámbito de la práctica, no son obligatorias. Al igual que ocurre con la asignatura de educación ambiental, por poner un ejemplo, en la Facultad de La Laguna para cursarla tiene que ser a través de la optatividad. Cuando en mi opinión debería de ser una asignatura obligatoria (en otras facultades lo es). Lo miso ocurre con Tecnologías de la Información y la Comunicación en Educación, esta asignatura debería de constar en los planes de estudios como obligatoria y no como optativa. De esta manera es muy probable que gran parte del alumnado se quede sin cursarla por falta de plazas, y con lo cual su conocimiento cuando termina la carrera respecto a esto es nula. Toda una fatalidad incomprensible del todo.
Creo que la reformulación de los planes de estudios es una tarea urgente, y que el plan de Bolonia no lo está poniendo nada fácil....

2 comentarios:

Romina dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Unknown dijo...

¡Hola!, estoy de acuerdo con los alumnos al protestar sobre la falta de información sobre las Tic, pues nos informan en numerosas ocasiones muy poco con respecto al tema y luego, nos mandan a realizar complejos trabajos.